viernes, 5 de octubre de 2012
La madeleine de Proust
Ayer estábamos conversando en el taller de la Tere (mi hermana) acerca de esos chispazos de felicidad que se nos abalanzan escondidos detrás de un olor, una luz, una canción, un sabor.
Esos recuerdos perceptuales, poco definidos, generalmente asociados a sensaciones que traen siempre una oleada de felicidad pura e infantil, esos se llaman asi, la madeleine de Proust.
Por que?
Cito a wikipedia (http://es.m.wikipedia.org/wiki/En_busca_del_tiempo_perdido#section_10 )
"Uno de los fragmentos más conocidos y nombrados de En busca del tiempo perdido tiene lugar en la primera de las obras, Por el camino de Swann, cuando el narrador rememora recuerdos de su infancia al comer una magdalena con una taza de té, ya que asocia el sabor, la textura y el aroma de la magdalena con ese mismo estímulo vivido años atrás, en la niñez, pasados en los viajes que hacía con sus padres a la casa de la tía Leoncia. Con ello, una vulgar magdalena se ha convertido en el símbolo proustiano del poder evocador de los sentidos."
Así es, un momento amable, íntimamente bello, casi siempre imperceptible en el momento y de naturaleza simple, cotidiano, se transforma en una fuente de felicidad para el después. Se revive el amor, la paz, hasta la esperanza aparece intacta.
El poder de los recuerdos es infinito. Me dijeron que el ser humano guarda solo 1 recuerdo positivo por cada 3 recuerdos negativos. La capacidad de recordar lo negativo es mucho mayor, y hay que estimular nuestro cerebro con pensamientos positivos, llenarnos de esa capacidad de ver lo bueno, v asi lograr atesorar un " fondo" de optimismo.
" sed como niños" dice el Señor, "de ellos será el Reino de los Cielos."
Ser como niños, tener esa capacidad de maravillarnos frente a lo mas simple y guardarlo en nuestro tesoro.
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